Hola! les comparto un cuento que hice este año para un concurso sobre personas refugiadas, no gane, pero quiero compartirse los es en dos partes mañana les subo la otra.Gracias por leer y espero sus comentarios :)
La
luz me cegaba, tuve que pararme para poder abrir los ojos y que el sol no me
encandilara, hacía tiempo que no dormía tan bien como lo había hecho ayer,
desde que salimos del país, de mi país, mi madre había decidido salir del país
por nuestra seguridad, donde vivíamos era un caos, guerras todos los días,
gente que moría en todos lados, en el camino perdí a mi madre, ya no podía mas,
recuerdo como mi padre me iba cargando y de pronto mi madre cayó al suelo, le
grite tantas veces pude, mi madre apenas podía abrir los ojos, estaba cansada,
ella no había comido en días, si acaso algunos sorbos de agua, me arrodille
ante ella, gritándole, suplicándole que no me dejara, que se quedara conmigo,
mi padre intentaba abrazarme pero yo abrazaba a mi madre.
-¡Mamá!
, ¡Mamá! Por favor no te vayas.-le decía entre sollozos.
Mi
madre solamente me miraba, apenas pudo abrir los labios para decirme-Sebastián,
hijo ya no puedo más, quiero que continúes con tu padre, vete hijo, encuentra
la paz y la felicidad.
Mis
ojos se llenaron de lágrimas, mi madre se estaba despidiendo de mí, comencé a
gritarle a suplicarle.
-Mamá
no me dejes, ven conmigo, levántate, ¡¡MAMÁ!!
Mi
madre me miro, y cerro sus ojos, y sentí como su mano se quedaba sin fuerzas,
mi padre me abrazo fuertemente, los dos nos abrazamos llorando gritando el
nombre de mi madre, mi madre había muerto, habíamos hecho este camino para
salir de la muerte y aun así mi madre había muerto, y había dejado en este
mundo a mi padre que la amaba y a mí su pequeño de 7 años.
Recordar
aquel suceso siempre era horrible, recordar como mi madre moría hay tan sola,
en medio de un caos, las lagrimas se apoderaron de mi, amaba tanto a mi madre,
y siempre lo iba a hacer, hoy por fin habíamos llegado a nuestro nuevo hogar,
después de haber estado tanto tiempo en el refugio, hoy estábamos en un nuevo
lugar, mi padre había cambiado el poco dinero que teníamos, y nos pudimos
instalar en un pequeño cuartito con un baño, aunque tuvimos que dormir en el
piso, habíamos descansado como hace tiempo no lo hacíamos.